Esperando con quien compartir un capuccino ^_^

Me he cansado de andar las calles de esta ciudad, nada que me llame la atención, por eso estoy aquí. He pedido un capuccino, solo por pedirlo, no tengo ansias de consumirlo, las tendría si alguien estuviera aquí, sea quien fuera.

Y allí, delante de mi, esta la mesera con mi capuccino. Suspiro y digo algo típico...

-gracias, srta

Tomo mi primer sorbo y al no tener afán de nada, me relajo y quedo mirando al vacío.

...

Acababa de salir del instituto... aunque realmente no había clases aún. Había decidido dar una vuelta a conocer mi nuevo hogar, puesto que la oscuridad... lo que yo mejor controlo.. me había arrebatado el anterior.

El sol pegaba demasiado fuerte para mi en la calle, era un día soleado y andaba algo desorientada sin poder ver bien mi entorno. Alcé la vista por un segundo, advirtiendo un letrero en el que ponía "Magic Cafe". Y con tal de despejar mi vista de tanta luz me adentré en su interior.

Busqué una esquina donde la luz no pegara tan fuerte y observé a mi alrededor... no había absolutamente ni un solo cliente a escepción de una chica de cabellos morenos o azul oscuro, no lo veía con claridad a la que miré por unos segundos hasta que la mesera se me acercó preguntandome... - Señorita... ¿Qué va a tomar?

La miré por unos segundos sin decir nada hasta que me decidí. - Un café solo... por favor. - Le dije sin mostrar demasiado interés en el café, puesto que lo único que quería era alejarme de la cegadora luz solar que en estos momento había en la calle, al menos para mis ojos. Tras eso saqué un cigarrillo de mi pequeña bandolera, lo puse entre mis labios y lo encendí... esperando que trajeran mi café.

Disponía a sacar mi reproductor para escuchar un poco de música mientras seguía esperando mi café, hasta que me percaté de que la otra cliente del café se acercó hacia mi. - ¿Acaso será otra alumna del centro? - Pensé para mi mísma.

Entonces me saludó, y extendiendo mi mano para estrechar la ajena dije... - Buenas tardes. - Con mi particular tono neutro. Entonces dijo su nombre. - Y yo Evee Lovercraft. Encantada. - Dije haciendo un gesto para que se sentara en la misma mesa en la que yo estaba, cuando entonces la meserá se acercó posando el café frente a mí. - Aquí tiene, señorita. - Dijo mientras daba otra calada a mi cigarro.

- Por cierto... Creo que se te va a enfriar el café... - Le dije a la chica que se acababa de presentar, dando una nueva calada y expulsando el humo por mi nariz.

Así de cerca es mucho más simpática. Su voz refleja tenacidad.

-Sí, pero no lo quiero más.

Me siento frente a ella al notar su gesto.

-Tienes otro cigarro?

Levanto la mano tratando de llamar a la mesera, la cual asiste a mi pedido.

-dígame - Dice la mesera
-Quisiera un vinotinto, gracias

La mesera asiente y se marcha.

-Evee, que te trae por aquí?

Entonces ella me pidió un cigarro, entonces busqué de nuevo en mi bandolera mi cajetilla de cigarrillos, ofreciéndole para que ella cogiera uno. - ¡Claro! Sirvete. - Le dije, guardando mi cajetilla tras ella haber cogido su cigarro.

Luego pidió un tinto a la camarera, a lo que la miré con mis blancos ojos. - ¡Jé! Alcohol y tabaco... creo que nos llevaremos bien. - Pensé esbozando una sonrisa de medio lado, y me dispuse a contestar la pregunta que me había hecho la chica.

- Si te refieres a la cafetería... sólo entré porque la luz de ahí afuera me molesta a la vista, y espero a que el cielo se nuble... Pero te refieres a la ciudad en general... Vine a estudiar en la Magic School... ¿Y tu? - Dije intentando mantener una conversación. Siempre es mejor conocer gente a andar sola... además era guapa, para qué negarlo.

Tomé un cigarrillo de la caja y lo pongo entre mis dedos. De repente, sin yo saber por qué, sintiendome confundida, ella dibuja una sonrisa. Me causa curiosdad y siento la necedad de sonreir tambien, pero me contengo.

Me responde a mi pregunta... le molesta la luz, mas dark no puede ser. Me devuelve una pregunta.

-Tambien estudio en Magic School, soy un... Angel, bueno, eso dicen... no lo sé, no he descubierto aun mis dotes. A propósito, tienes una bella sonrisa

Miro mi cigarro y lo paso entre mis dedos.

-Si tienes mechero, te seria infinitamente agradecida

- Gracias "cielo" - Dije bromeando un por lo de que ella sea un ángel, por el piropo a mi sonrisa. Entonces abrí la bolsita con el azúcar y la eché en mi café, tomando la cuchara y comenzando a removerlo.

- ¿Huh? Si claro... que torpe yo... - Comenté buscando en mis bolsillos el mechero con el que antes me había encendido mi cigarrillo, tomándolo y encendiéndolo para que ella encendiera su cigarro.

- Y no hace falta que me estés agradecida tanto tiempo, con toda la vida me vale jeje. - Volví a sonreir un poco por la broma, guardando mi mechero una vez la otra había encendido su cigarro y dando otra calada al mio, para luego dar un sorbo al café caliente que tenía frente a mí.

Me brinda fuego, no me acostumbro a que enciendan el mechero por mi, pero esta vez no me hago de rogar. Inhalo el humo, ahora mi cigarro esta prendido. Ha dicho que basta conque le este agradecida toda la vida, me causa gracia. Río silenciosamente.

La mesera se acerca, coloca dos copas y sirve en ambas vinotinto, al final, deja la botella en la mesa.

-Gracias, srta - le agradezco a la mesera y luego me dirijo mis palabras a Evee - Esa otra copa es para ti. ha ha ha, me causa gracia que piensen que estamos en un punto de encuentro - me río con ganas

Fumo otra bocanada de humo para luego tomar un sorbo de vinotinto

-Delicioso, pruebalo. si quieres

Me quedé mirando extrañada la botella de vino y las dos copas. ¿Acaso creyó la mesera que eramos una pareja? Realmente a mi me hizo bastande gracia aquello, y me reí un poco entre dientes.

Miré cómo la otra sobía de su copa, y me dijo que aquella otra era para mi, con lo que aparté el café a un lado y tomé la copa con mi diestra, dejando el pie entre los dedos corazón y anular. Finalmente dí la última calada a mi cigarrillo y lo apagué en el cenicero que había en la mesa.

Doy un sorbo al vino. Realmente era exquisito, algo extraño... pues en cualquier bar te servían vino en caja dorectamente. - Realmente sí, está delicioso. ¿Sabes? Esto es un buen pago del agradecimiento jeje. - Reí leve, alzando la copa. - Brindemos por algo. - Sugerí.

Vuelvo a inhalar de mi cigarro y vuelve a hacerme reir. Hacia tanto no le hayaba gracia a algo o alguien. Levantó la copa para que brindaramos.

-Yo brindo porque acabo de conocer a una señorita hermosa, porque me ha hecho sentir muy bien, y en tan poco tiempo

Mi copa golpea sutilmente la suya y espero ahí, tal vez diga algo al respecto.

[Perdón por la tardanza... estoy muy ocupada ultimamente TwT]

Realmente era algo coqueta la chica, y no estaba para nada mal. Entonces nuestras copas chocaron gentilmente. - Creo que... yo brindo por lo mismo exactamente. - Le dije sonriéndole, para luego mirarla a través de la copa y dándole un sorbo.

- Bueno hermosura, en serio me caiste muy buen. Lo pasé muy bien contigo y eres de las primeras chicas que conozco en este lugar. ¿Qué edad me dijiste que tenías? - Le pregunté sonriéndole para conocerla un poco mejor y entablar algo de conversación.